Retos.

Se nos ponen por delante situaciones, momentos, circunstancias, que no esperábamos, o quizás sí, pero que tememos de alguna manera que ocurran, que sucedan. A mí me está pasando. Me da pánico, enfrentarme a lo que se me viene, un campamento lleno de jóvenes con las hormonas revolucionadas, ...y seguramente sin ellas. Quizás eso es lo que más miedo me da. Tener que vérmelas con unos doscientos y pico de niños con lo que no he tenido ningún conacto antes, no sé cómo van a reaccionar, no sé cómo tratarlos... Pero acepto este reto, porque sé que en el fondo ese miedo que tengo son ganas, ganas de verlos, de conocerlos, de comenzar nuevas relaciones con ellos, de compartir mil momentos, mil fotos, miles de palabras. Tengo ganas de que vengan a mí para resolver un problema, para hablarme, o simplemente para que me den un abrazo. En los campamentos todos se trasforman, todos son diferentes, se comportan, participan, les gusta. Y yo me siento feliz de poder tener la oportunidad de compartir este momento de su vida con ellos. Qué sería de mí sin DB en estos momentos...