jueves, 19 de mayo de 2011

Sueños. parte 1.

Se separaron los dos del grupo de amigos, querían estar solos un segundo, ella no sabía para qué, pero él le gustaba e iba a hacer lo que él dijese (sabía que esto no era bueno, y si salía mal la cosa esta actitud le iba a traer problemas, pero quería arriesgarse, le gustaba arriesgarse si era por él). Él tampoco tenía mucha idea, simplemente, quería estar con ella tranquilamente, no tenía nada planeado. Sus dos hermanitas estaba con ellos, no iba a dejarlas solas, pero ellas tenías juegos con los que entretenerse, no estaban pendiente de ellos dos y de sus cogidas de manos.
Cualdo volvieron, cogidos de la mano, nadie sabía lo que había pasado. Las niñas revoloteaban, estaban pero como si no estuviesen. Él no les quitaba el ojo de encima, ojos de hermano, amor de hermano. Se fueron a tomar algo todos juntos, un bar o algo así. Una vez allí, la amiga de ella preguntó, directa y sin tapujos, que qué había pasado. Ella, sin dudarlo un momento, lo miró y le dió un beso, de los largos, de los bonitos. Ambos estaban encantados, los amigos también.
Desde ese momento, no se separaban ni un minuto. Él la atraía hacia sí y la abrazaba por detrás. A ella, ni qué decir tiene, le encantaba que lo hiciera.




Y de repente, se despertó.

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